Comienza un nuevo año con energías renovadas.
Hay que ser optimistas, por lo menos seguimos vivos y luchando. Espero que este año suponga menos cambios que el que hemos dejado atrás, en el que he dejado de fumar (va para casi un año), he perdido unos kilitos (que habré recuperado en parte estos días), voy camino de ser padre por segunda vez y he comenzado a publicar. Estas dos últimas gestas son las que me mantienen activo y más ilusionado que de costumbre. Últimamente me había contagiado de la actitud negativa general que me rodeaba, lo que me había convertido en un semi-zombie que hablaba, iba al baño y se alimentaba sin ninguna ambición más en la vida. Uno se sumerge con más facilidad de la necesaria en esa actitud negativa que corre como el viento del desierto, contagiando virulentamente a todos los que abrasa.
Las ventas en Amazon lentamente van despegando y, por poco cuantiosas que sean, hacen que este humilde cuenta-cuentos tenga una nueva esperanza para el futuro. Imaginar que en cualquier parte del mundo puedan estar ahora mismo leyendo mi libro es, como poco, alentador.
Por lo tanto, solo me queda daros las gracias y desearos que este año recién llegado sea una grata sorpresa y no un predecible año perdido.
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